Oceanía es el continente más pequeño y quizás uno de los más desconocidos. Cuenta con una belleza natural inigualable que lamentablemente no ha tenido la ocasión de conocer mucha gente pero que, sin duda, merece la pena viajar a este lugar. Principalmente, las islas de Oceanía son Australia, Nueva Zelanda y Nueva Guinea, sin olvidarnos de los archipiélagos de Melanesia, Micronesia y Polinesia. ¡Descubre lo mejor de este destino!
Bora Bora (Polinesia Francesa)
Es conocido mundialmente como el paraíso debido a sus aguas cristalinas en las que se pueden contemplar la riqueza de sus profundidades en las que cohabitan diferentes especies y entre las que destacan los arrecifes coralinos. Entre las actividades que podéis realizar en este lugar encontramos la posibilidad de contemplar de cerca el Monte Otemanu de origen volcánico o nadar con tiburones en el Lagoonarium.
Samoa (Polinesia)
Es un destino perfecto para los amantes del surf o para aquellos que prefieren realizar deportes bajo el agua como buceo o snorkeling. Además, es muy recomendable hacer una ruta por sus selvas en las que te encontrarás magníficos arroyos que te demostrarán lo maravillosa que puede ser la naturaleza.
Islas Cook (Nueva Zelanda)
Su población se concentra principalmente en Rarotonga y entre sus principales atractivos, además de sus arrecifes corales, encontramos la laguna de Aitutaki, un lugar de ensueño que enamora a todo el que ha tenido la oportunidad de conocerlo.
Vanuatu (Melanesia)
De origen volcánico, una de sus peculiaridades son sus playas de arena negra que se pueden visitar en Éfaté. También es interesante desplazarse hasta su capital, Port Vila, o darse un baño en las cascadas Mele.
Fraser (Australia)
Es la isla de arena más grande del mundo y en ella cohabitan más de 250 especies de fauna. Hay que destacar de sus paisajes sus asombrosas dunas, selvas y lagos que hacen de ella un lugar único en el que vivir toda una aventura.
Hay muchas más zonas que visitar de las islas de Oceanía como son las Salomón o Nueva Caledonia, sin olvidaros de la capital de Australia, Melbourne, donde el arte se respira por cada una de sus calles.